Cada vez hay más evidencia de que el fracaso progresivo del corazón insuficiente no es meramente un desorden biomecánico sino más bien bioquímico. En varios artículos (de uno de lo cuales se tomo esta imagen: PHYSIOLOGY 23: 6–16, 2008) se expresa que al menos parte de la debilidad progresiva del miocito se debe a alteraciones del flujo de calcio. Se ha observado disminución de la actividad de la RyR, disminución de la actividad de la PLN (fosfolamban) y de la SERCA. Aparentemente estas irregularidades son debidas a alteraciones en los ciclos de fosforilación/desforforilación de dichas proteínas, secundarias a la sobreestimulación simpática y a la activación de quinasas diferentes a la PKA, como la CaMKII (quinasa dependiente de camodulina-calcio).